ICARUM informa: Sobre libertades y subvenciones en el sector aéreo

ICARUM informa: El pasado diciembre, durante la apertura del Foro Preferente celebrado en Palma, el presidente del Gobierno de Canarias, D. Paulino Rivero, mostró con gran claridad de exposición acompañada de ideas sustentadas, y no menos cintura, ser contrario a la privatización (aeroportuaria, según el anterior gobierno), abogando por un modelo de interés público y, a la manera de gestión, como el ya experimentado en los puertos españoles.

Las autoridades políticas baleares- populares, se manifestaron en la misma línea y, en general, los directivos del transporte aéreo y del turismo rubricaron firmemente lo anterior, entre aplausos.

Los aeropuertos, y especialmente para algunas comunidades autónomas, son algo muy serio y vital; se dijo: “Y con eso no se juega así como así”. Alguien lamentó el que no hubiera puesto ese mismo énfasis cuando el anterior gobierno descuadró ciertos límites de la razón aeronáutica y de Estado en su proyecto de privatización. Pero, centrando el tiro, el asunto está claro: los gobiernos insulares, empresarios e inversores entendieron algo así como que los aeropuertos son de todos.

Hoy ya en el 2012, conocemos que el modelo de privatización como se planteó, se ha ido apagando, pero no se ha definido. En definitiva, está en cuarentena. Si bien el tema “aeropuertos” sólo levantó encuentros, el tema “subvenciones” a transportistas, y especialmente en Comunidades Autónomas donde el Transporte Aéreo es vital para el Turismo, produjo algunas polémicas entre el político presidente de Canarias y el perspicaz director de la aerolínea que más alemanes trae a España.

Las subvenciones, se dijo, fueron como un mal menor y necesario para contener la debacle en los años 2009/ 2010, pero, afortunadamente, ya avanzado este febrero del 2012, el ministro de Industria, que además de canario es gobernante estatal y responsable de Turismo, y otros miembros gubernamentales han despertado del letargo y nos plantean frases como “las subvenciones son pan para hoy y hambre para mañana”.

Especialmente, para Canarias. Gran frase que anotada queda. Tiempo para Vds. Y, es aquí, donde conviene parar sin duda templar. Aquí hay mucho que deshacer para realizar cosas nuevas, pues no sirve el continuar. Es necesario que se busquen mejoras en las tarifas aeroportuarias e incentivos fiscales, tal y como se estaba trabajando, y operacionales. Pero, por favor, basta ya de subvenciones.

No menos peculiar es el deslizamiento sobre el territorio de la 5ª libertad (de nuestra bien conocida 5ª libertad del Transporte Aéreo). Buscando convertir nuestros aeropuertos insulares en “portaviones”, como los fueron, por ejemplo, cuando las aeronaves repostaban en Canarias al no tener aún alcance suficiente en sus viajes transoceánicos; de entrada y llegada permanente de aeronaves, sin importar su DNI ni nada parecido.

España ya tiene libertades del cielo que incluyen a Canarias, con muchos países sudamericanos y otros. Por ejemplo, con origen Venezuela podemos llegar a Madeira y parando en Canarias, claro.

Pero, 5ªs libertades ¿a cambio de qué?

Ésa es la pregunta a hacerse. Por favor, si lo consideran, negocien la 5ª libertad del aire con países, pero a cambio de algo. Y convencidos estamos muchos de que éste Ministro, conocedor de estos avatares, junto con los técnicos responsables de Fomento, sin duda, gestionarán eficazmente su ideal propuesta, sacando réditos y beneficios para el país.

Como se decía en el Foro, por favor, la 5º libertad es patrimonio de todos. Las posibilidades, por ejemplo de Canarias o Baleares, como puerto/portaviones de tránsito a otros destinos pueden estar reñidos con el avance tecnológico en las aeronaves (A380, B747– 800,…), pero es importante pensar en los beneficios que las combinaciones operativas pueden aportar a su Turismo.

Pero también es cierto que quedan ámbitos tanto del transporte aéreo y su economía, como del Turismo, sin duda, por explorar. En esta misma línea y otro ámbito, la eficaz combinación e intermodalidad entre el avión y el barco podría generar una increíble explosión en el mundo de las mercancías.

Vayamos, pues, adelante. Abramos nuestro cielo, pero siempre a cambio de algo. Y no nos olvidemos de nuestra industria del transporte aéreo nacional, hoy pasando momentos difíciles y que también tiene y debe ser tenida en cuenta.

Juan Manuel Gallego García